Interesada en estudiar en las universidades de brazil

En Brasil, el sistema universitario se divide en dos partes. Como la mayoría de los países, Brasil cuenta con instituciones de educación superior pública y privada, pero lo que diferencia al sistema brasileño es el hecho de las instituciones públicas son 100% financiadas por el gobierno. Los estudiantes no pagan ningún tipo de cuota o matrícula. Naturalmente, este alto nivel de participación por parte del gobierno en el sistema educativo significa que la educación superior en Brasil es altamente centralizada y fuertemente regulada. El resultado final es que la educación pública en Brasil es extremadamente de alta calidad, pero no muy adaptable a las necesidades económicas cambiantes y a los cambios en los intereses de los estudiantes. Debido a la gran cantidad de recursos federales que reciben y al alto nivel de prioridad que la sociedad brasileña brinda a la educación, las universidades públicas en el país son excelentes. A diferencia de muchos lugares, las instituciones públicas son las mejores en el país, sobrepasando en gran medida a las universidades privadas en términos de calidad de instrucción y de la capacidad de los estudiantes que asisten. Debido a este nivel educativo extremadamente alto – y debido también a que son gratuitas- la competencia para obtener un lugar en las universidades públicas de Brasil es muy intensa. Existe un número limitado de espacios cada año para los estudiantes que desean ingresar, de manera que los adolescentes en su último año de educación media deben trabajar muy duro para contar con buenas notas, impresionantes actividades extracurriculares y sobre todo, altos puntajes en el examen de admisión a la universidad. El vestibular, como se le conoce al examen de admisión a la universidad, es un examen altamente competitivo que toma dos días terminarlo y que usualmente se aplica únicamente una vez al año. Este es un factor significativamente determinante y puede decidir la suerte de los futuros estudiantes universitarios, así que se toma muy en serio. Irónicamente, a pesar de que las universidades y facultades públicas en Brasil cuentan con tantas ventajas y son reconocidas por su calidad, tienen problemas crónicos de financiamiento. Debido a los reducidos propuestos federales y a que no están facultadas para obtener recursos a través de la aplicación de colegiaturas competitivas, a menudo tienen dificultades para recabar dinero para nuevos edificios, equipos y otras necesidades. Las universidades privadas, por otro lado, que cobran cuotas, suelen tener mucho más recursos disponibles en términos de dinero en efectivo. Las universidades públicas mantienen su reputación y prestigio asegurando que la calidad de la instrucción es excelente pero, como resultado, frecuentemente su infraestructura se ve afectada. Los grados en el sistema brasileño son más o menos equivalentes a los de licenciatura, maestría y doctorado de los Estados Unidos. En el nivel de pregrado, existen tres distintos títulos universitarios. El bacharelado es el equivalente a un título en humanidades o a una licenciatura en los Estados Unidos – proporciona educación general en preparación para una amplia diversidad de carreras profesionales. Las universidades brasileñas también ofrecen la licenciatura, un título de profesor especializado y tecnología, un título técnico que generalmente se cursa en menor tiempo.
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